El informe del Comité de Ética confirma la “manipulación sistemática” del currículo del rector de la Universidad de Salamanca
4 min readUn informe elaborado a petición del Comité de Ética del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha certificado la “manipulación deliberada y sistemática” del currículo del rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado. Este documento de 131 páginas, firmado por los expertos en bibliometría Emilio Delgado y Alberto Martín, concluye que Corchado y sus colaboradores más cercanos organizaron “una fábrica de publicaciones y citas” mediante “estrategias basadas en conductas editoriales cuestionables y, en algunos casos, abiertamente fraudulentas”.
El impacto de un científico en la comunidad académica se mide, en parte, por el número de citas que sus trabajos reciben en investigaciones de otros autores. Dicho impacto es crucial para obtener reconocimiento, ascensos y financiación. El informe detalla que, a partir de 2017, cuando Corchado perdió su primer intento por ser rector de la Universidad de Salamanca, su número de citas comenzó a aumentar de manera artificial. En ese momento, contaba con 4,750 citas, que se incrementaron a 15,000 en 2018, casi 31,000 en 2020 y 44,000 para marzo de 2024, según su perfil en Google Scholar, el cual fue desactivado por el propio Corchado tras la publicación de las primeras informaciones sobre el caso por parte de EL PAÍS.
Una “fábrica de citas” organizada
Delgado y Martín, profesores de la Universidad de Granada, señalan que Corchado utilizó una red editorial creada específicamente para generar publicaciones y citas con el fin de mejorar su posición en los rankings de investigadores. Una de las herramientas utilizadas fue la organización anual de “mega-congresos” sobre computación, liderados por el grupo de investigación BISITE, que Corchado dirige en la Universidad de Salamanca. Dichos congresos cobraban hasta 585 euros por participante y, posteriormente, las ponencias presentadas se publicaban en actas editadas por Springer Nature. En estos documentos, se añadían hasta 50 citas prefabricadas que favorecían a Corchado o a la revista que dirige, Advances in Distributed Computing and Artificial Intelligence Journal (ADCAIJ). Springer Nature ya ha anunciado una retractación masiva de estos trabajos, aunque no ha especificado cuántos artículos serán retirados.
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En mayo de este año, EL PAÍS publicó mensajes internos en los que se revelaba que Corchado había instruido a sus empleados para que añadieran decenas de citas a su nombre en sus estudios a lo largo de varios años. El informe de Delgado y Martín confirma que “hay una manipulación significativa y sistemática en las listas de referencias de algunos documentos analizados, especialmente en aquellos presentados en congresos organizados por el grupo BISITE”. Esta conclusión plantea graves preocupaciones sobre la ética académica dentro de dicho grupo, que presume de participar en proyectos multimillonarios como la Red de Excelencia Europea en Inteligencia Artificial (dAIEDGE), con un presupuesto de 14,4 millones de euros.
Manipulación en plataformas académicas
El informe identifica cuatro plataformas donde se llevó a cabo de forma masiva e irregular la estrategia de citar los trabajos de Corchado y sus colegas. Además de las actas de congresos, el mismo patrón de malas prácticas se observó en publicaciones de Ediciones Universidad de Salamanca, en documentos subidos al repositorio académico de la universidad (GREDOS) y en la red social académica ResearchGate. “Se confirma la existencia de varios patrones de malas prácticas que resultan en la manipulación del historial académico”, concluye el informe.
En particular, el análisis se centra en seis volúmenes sobre aplicaciones móviles e inteligencia artificial publicados por Ediciones Universidad de Salamanca entre 2019 y 2020. Según el informe, el 79% de las más de 3,100 referencias incluidas en estos volúmenes son citas de trabajos de Corchado o de su revista ADCAIJ. En uno de los volúmenes, Parallel and Distributed Systems, este porcentaje alcanza el 87%. Estas publicaciones desaparecieron de internet sin que Ediciones Universidad de Salamanca ofreciera una explicación.
Uno de los aspectos más preocupantes del caso es la eliminación sistemática de documentos del repositorio institucional GREDOS. “Consideramos extremadamente anómalo que un repositorio académico institucional, y la biblioteca universitaria que lo gestiona, accedan a borrar documentos sin dejar rastro”, advierte el informe.
La respuesta de la Universidad de Salamanca
El Comité de Ética del CSIC instó a la Universidad de Salamanca, el pasado 11 de junio, a ejercer “sus facultades de inspección y sanción” dada la “gravedad de las presuntas prácticas” del rector. Sin embargo, la universidad respondió encargando un informe al historiador Salvador Rus Rufino, un antiguo conocido de Corchado. El 9 de septiembre, Rus presentó un análisis superficial y exculpatorio, que fue unánimemente rechazado por los 11 miembros del comité, presidido por el profesor Jordi Camí, director general del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona.
El comité solicitó el 17 de septiembre una investigación completa sobre Corchado, pero el rector considera que el asunto está cerrado. “Para mí, es un tema ya concluido”, declaró Corchado a la prensa local el pasado viernes. El informe del Comité de Ética del CSIC deja a la Universidad de Salamanca en una posición incómoda, no solo por tener a un rector acusado de “manipulación sistemática” de su historial académico, sino también porque estas malas prácticas se han extendido a otros organismos universitarios, como Ediciones Universidad de Salamanca y el Servicio de Biblioteca, responsables de la eliminación de unos 200 documentos.
La situación ha generado serias dudas sobre la integridad académica de la institución, que ahora se enfrenta a la tarea de restaurar su reputación ante la comunidad científica y el público en general.