Iwao Hakamada: Exonerado tras más de 45 años en el corredor de la muerte en Japón
4 min readShizuoka, Japón, 26 de septiembre de 2024. Iwao Hakamada, exboxeador japonés de 88 años, ha sido oficialmente exonerado tras haber pasado más de cuatro décadas en el corredor de la muerte. El Tribunal de Distrito de Shizuoka anuló su condena por el asesinato de su jefe y la familia de este, ocurrido en la fábrica de miso donde trabajaba. Aunque Hakamada fue liberado provisionalmente en 2014, la absolución definitiva llega 56 años después de la sentencia original.
El crimen y las acusaciones
El 30 de junio de 1966, cuatro personas, incluido el jefe de Hakamada, su esposa y sus dos hijos, fueron encontrados brutalmente asesinados en su hogar dentro de la fábrica de miso. Posteriormente, la vivienda fue incendiada, aparentemente para encubrir el crimen. Dos meses después, Hakamada fue arrestado y, tras extensos interrogatorios que luego se denunció incluyeron tortura, confesó ser el responsable de los asesinatos.
Desde su arresto, Hakamada mantuvo su inocencia, afirmando que su confesión fue obtenida mediante coacción. A pesar de las dudas sobre las pruebas y las irregularidades en la investigación, fue condenado a muerte en 1968. Desde entonces, su condena ha sido objeto de numerosas críticas.
Irregularidades en el proceso
La condena de Hakamada se basó principalmente en su confesión y en pruebas circunstanciales que, con el tiempo, fueron cuestionadas. Entre las pruebas clave se encontraba un conjunto de ropas ensangrentadas halladas en un tanque de miso semanas después del crimen. La fiscalía afirmó que estas prendas pertenecían a Hakamada y que la sangre coincidía con la de las víctimas.
Con los años, expertos en justicia señalaron que estas pruebas podrían haber sido manipuladas. En 2008, pruebas de ADN revelaron que las manchas de sangre no coincidían con las de Hakamada. A pesar de estos descubrimientos, el caso permaneció atascado en los tribunales debido a las apelaciones de la fiscalía.
Además, se denunció que la defensa de Hakamada no tuvo acceso completo a las pruebas durante el juicio inicial, lo que afectó su capacidad para preparar una defensa adecuada. El sistema judicial japonés, conocido por su alto índice de condenas, ha sido criticado por la falta de transparencia y el uso de prácticas coercitivas durante los interrogatorios.
Un giro decisivo
En 2014, el Tribunal de Distrito de Shizuoka ordenó la reapertura del caso, señalando que las pruebas presentadas por la fiscalía eran poco fiables. El tribunal determinó que había una “alta probabilidad” de manipulación de las pruebas. Este fallo permitió la liberación provisional de Hakamada, quien ya había pasado 45 años en el corredor de la muerte, siendo la persona que más tiempo ha pasado en esta situación, según Amnistía Internacional.
A pesar de su liberación, la confirmación formal de su inocencia no llegó hasta hoy, cuando fue absuelto de todos los cargos.
Impacto de la absolución
El caso de Iwao Hakamada ha sido uno de los más polémicos en la historia judicial de Japón, con repercusiones tanto a nivel nacional como internacional. Diversas organizaciones de derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional, han señalado este caso como un ejemplo de las fallas profundas del sistema de justicia japonés. Hakamada se ha convertido en un símbolo de la lucha contra las condenas injustas y la pena de muerte, que Japón aún mantiene.
Hideko Hakamada, hermana de Iwao, de 90 años, ha sido una incansable defensora de su inocencia. Durante más de cinco décadas, Hideko lideró campañas tanto en Japón como en el extranjero, exigiendo justicia para su hermano. Tras conocer la absolución, Hideko expresó: “Este día ha tardado demasiado en llegar, pero finalmente se ha hecho justicia”.
Consecuencias en la salud de Hakamada
A pesar de haber sido liberado hace una década, los largos años que Hakamada pasó en el corredor de la muerte dejaron un profundo impacto en su salud mental. Según su hermana, Iwao desarrolló un trastorno de estrés postraumático severo durante su tiempo en prisión, lo que ha dificultado su adaptación a la vida en libertad.
El sistema penal japonés ha sido fuertemente criticado por las condiciones que enfrentan los condenados a muerte, quienes permanecen en aislamiento y no son informados de la fecha de su ejecución hasta el último momento. Este ambiente de incertidumbre, sumado a las duras condiciones carcelarias, ha sido señalado como una de las causas principales del deterioro psicológico de los prisioneros.
Llamadas a reformar el sistema judicial
El caso de Hakamada ha revitalizado el debate sobre la necesidad de una reforma en el sistema judicial japonés, especialmente en lo que respecta a la pena de muerte y las prácticas de interrogatorio. Expertos legales y activistas de derechos humanos han solicitado que se revisen otros casos similares para evitar futuros errores judiciales.
Si bien Hakamada ha sido finalmente exonerado, su historia sigue siendo un recordatorio de los posibles fallos en los sistemas de justicia, particularmente en aquellos países que aún aplican la pena de muerte. La larga lucha de Hakamada por la verdad y la justicia ha concluido, pero su caso continuará siendo una referencia en los debates sobre derechos humanos y justicia en Japón y en todo el mundo.